viernes, 14 de marzo de 2014

Relatos pendientes II

4. La bruja cristiana

Salgo de la junta corriendo. No voy a alcanzar el autobús. Como voy corriendo, mis botas chocan con estrépito contra el suelo y en algo que parece un callejón, dos hombres que se besan se asustan por lo que provoca mi presencia que corre. Se separan y veo a uno con mucho miedo. Paso muy rápido al lado de ellos, queriendo decirles que continúen, que nadie los está buscando, que no peligran. Eso es mentira y no les digo nada. El mundo es muy peligroso.

Como había dicho, no alcanzo el autobús. En cuanto llego adonde debo tomarlo, está arrancando y me deja ahí. Es el último de la noche. ¿Qué voy a hacer?

"¡Guapo!" Por supuesto, no me hablan a mí. No volteo. Pero sí, sí me hablan a mí. Es la bruja cristiana, una relato-extraña, en un taxi. Terminamos en un bar en el centro. ¿Tequila? Bueno. Al fin y al cabo es martes y mañana voy a clases temprano.

Platicamos largo rato y nos encontramos con gente en el bar. Con gente de la casa en cuya azotea conversé con ella a profundidad por primera vez. Con gente que nos habla de las coincidencias, del destino, de la energía. Así se ha de llamar esa persona, esa mujer linda que nos saluda de pie mientras nosotras dos estamos sentados a la mesa. Se llama Destino, porque no recuerdo su otro nombre.

Quizá la bruja cristiana quiere invitarme al hotel donde se está quedando. Ha explicitado que le gusto. Nos damos un abrazo y me despido de ella. No sé que la volveré a ver una y otra vez en sus próximas visitas a la ciudad. Que me encontrará en la calle, me acompañará a ensayar la lectura de poesía en voz alta; que estando solo me la encontraré saliendo del cine sola, después de ver una película sobre la soledad y una chica problemática. Como ella. Como yo.

5. Jueves deshecho


6. Carlos se va


7. El mundo en cámara lenta


8. Tiempos de cambio


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